Autor: Claudia (Athina Rott) Artículo escrito para el Boletín N° 5 de ALUTARA – Julio/Agosto 2007
“Se puede engañar a mucha gente por mucho tiempo, pero no a toda la gente por todo el tiempo.”
Abraham Lincoln
Digamos que no soy muy buena escribiendo, así que trataré de contarles como si estuviéramos charlando café por medio con usted lector. Lo que le voy a contar es sobre mentiras, manuales, ONG y control social.
Estuve leyendo un Manual que aparece en la página de la RAD. Sí, la RAD es la Red Argentina por el Desarme, esa que junto con nuestros representantes lograron que se sancionara la Ley 26.216. Le cuento que no puedo citar textualmente nada de lo que dice el manual porque tiene los derechos reservados por el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UN-LiREC).
No puedo reproducir, almacenar o transmitir, fotocopiar por cualquier método. En fin, pero no dicen que no lo pueda leer. ¿O sí? Y tampoco me pueden impedir que le cuente a usted lo que leí. ¿O sí? ¿También me pueden impedir que charle con un amigo del tema? No, eso no me lo pueden impedir, pues eso es lo que voy a hacer. Le cuento que este manual está subvencionado por la ONU, pero le aclaro que no tiene el aval del Secretariado de las Naciones Unidas, porque se puede tomar como interferencia en las Políticas de Estado.
Básicamente a medida que avanzaba en la lectura, comprendí que estaba frente a un manual muy útil, para enseñar cómo instaurar el Control Social mediante la Cultura del Miedo. Aprendí mucho con este Manual, ya que contiene todos los ítem necesarios para que una ONG tenga éxito en su territorio – provincia o país – para aplicar la práctica desarmista y efectuar el desarme de la gente honesta, y por supuesto la defensa de los “derechos humanos”… Desgraciadamente hay personajes multi-propósito afectos al poder que utilizaron ya en la Argentina este manual y lo hicieron al pié de la letra.
Este manual explica por ejemplo: como utilizar a las víctimas de una tragedia para el beneficio de la causa desarmista, proponen el sistema de fotografiar a las víctimas con remeras alusivas, o el otorgamiento de premios al héroe. ¿Héroe de qué?, no sé amigo, no me pregunte a mí, yo sentí lo mismo que usted. Lo lamentable y doloroso de todo esto es que cuando las familias de las víctimas hayan comprendido que fueron utilizados con fines de dudosa legitimidad, el daño ya estará hecho y será irreversible, y gracias a ellos más padres perderán a sus hijos y caerán victimizados en la trampa de estas “REDES”.
¿Cómo pueden utilizar a las víctimas de una tragedia? Sí, a mí también me dio asco esto. Pero en este manual se explica que si se utiliza a las víctimas por medio de la presión mediática, esto tendrá un efecto en el gobierno, ya que los gobiernos deben demostrar que hacen algo por la sociedad. ¿Es simple, no?
También explica como acercarse a los medios de prensa y manipularla para sus fines y como moverse favorablemente entre ellos.
Otro punto interesante es como llegar a los gobernantes, a los legisladores y hacerlos creer que las ideas son de ellos y no de la ONG. No, no se ría, yo también me reí cuando lo leí, pero lo dicen muy convencidos y con mucha suficiencia intelectual.
También incluyen una guía de como identificar adversarios – señalan a los propios fabricantes de armas y tiradores deportivos en este punto – para que oficien de personeros conversos en las mesas de debate y que puedan ser útiles al desarme, haciéndoles creer que es una causa justa y que van sólo contra el tráfico ilegal de armas, y que estarán participando así de la gran epopeya de la reforma de leyes que mejorarán la vida del ciudadano.
¡¿Necesita un antiácido estomacal?! Pero si recién empiezo a contarle…
También es genial la parte en que comentan que para tener mayor impacto en la gente común, la ONG debe tener un blanco u objetivo común, es decir una minoría para poder estigmatizarla. Obviamente el blanco somos nosotros, los usuarios legales de armas. Buscando en el diccionario la definición de estigmatizar es: afrentar, infamar. Pero obviamente, si lo hacen ellos está bien y es legítimo. Ahora, ¿y si lo hiciéramos nosotros?
Párrafo tras párrafo aprecié cómo se debe inculcar el miedo a las armas, las armas matan, las armas son malas porque fueron hechas para matar, etc. Esto para mí fue lo que me convenció que estaba leyendo un manual que enseñaba como ejecutar una cultura del miedo para el control social.
Investigando en internet llegué a un artículo de http://es.wikipedia.org/ en el que explican los puntos necesarios para la implementación de la cultura del miedo. He aquí un párrafo y su correspondencia con la realidad que nos toca vivir, se la dejo a usted querido lector. Yo me voy a preparar otro cafecito.
“Los motivos expuestos para tal plan premeditado de alarmismo varían, pero dependen del potencial incrementado de control social, que una población desconfiada y recíprocamente atemorizada, puede ofrecer a aquellos en el poder. En estos términos, los miedos son cuidadosa y repetidamente creados y alimentados por cualquiera que desee infundir temor, frecuentemente a través de la manipulación de palabras, hechos, noticias, fuentes o información, a fin de inducir ciertos comportamientos personales, justificar acciones o políticas gubernamentales (en el país o el extranjero), mantener a la gente consumiendo, elegir políticos demagogos o distraer la atención pública de supuestas problemáticas sociales más urgentes como la pobreza, la seguridad social, el desempleo, el crimen o la contaminación. Dichos comentaristas sugieren que existe una escala de procesos culturales que pueden considerarse como “técnicas” deliberadas para alarmar.”
Algunas de las “técnicas” son por demás interesantes:
- Selección y omisión de noticias (algunos hechos relevantes son mostrados y otros no)
- Distorsión en las estadísticas o números.
- Transformación de eventos aislados en epidemias sociales.
- Corrupción y tergiversación de palabras o terminología conforme a objetivos específicos.
- Estigmatización de minorías.
- Inversión causal (convirtiendo una causa en un efecto o viceversa)
- Fabricación inmediata de eventos o afirmaciones.
Este manual que estuve leyendo, cumple con todas las reglas arriba descriptas. La verdad estimado amigo, aprendí muchísimo con esta lectura.
Muchas veces en ruedas de amigos o en la mesa familiar, nos hemos preguntado el porqué estas ONG no se ocupan de la droga por ejemplo. La respuesta a esto también la encontré en el manual. Es tan simple que asusta. Según el manual las armas son un objeto más fácil de estigmatizar, porque son legales.
Esto es porque sus fabricantes tienen rostro, nombre y prestigio, y sus usuarios legales también, de tal modo son (somos) más fáciles de reconocer y atacar estigmatizándolos. Se cumple aquí lo de cazar en el zoológico. De esta manera, por ejemplo en EEUU, estas ONG han conseguido instar a las víctimas de armas que entablen juicios millonarios contra los fabricantes de armas, por lo tanto para las ONG estos juicios son redituables. Obviamente no existen juicios contra los traficantes de drogas, porque no tienen rostro, por lo tanto para las ONG la lucha contra la droga no es redituable.
Otro punto interesante es el orden y el método. No podemos negar que son muy metódicos, y no se cansan en el tiempo. Sus planes son a largo plazo. Y la finalidad es el desarme ciudadano, porque para estas ONG las armas de fuego no deben estar en poder de un individuo, sino del Estado. Para ello necesitan cambiar las leyes nacionales que regulan la tenencia de armas y la tenencia para ellos debe ser un “privilegio” y no un derecho. Aunque las leyes actuales sean restrictivas como la de Argentina, no les importa, van por más. Y bien, espero que haya sido de utilidad mi comentario. No dejemos que nos MIENTAN más. Un saludo respetuoso y hasta el próximo café.
